viernes, 12 de julio de 2013


Este artículo salió en Hoy Digital, el próximo lunes se conmemoran 137 aniversarios del fallecimiento de Duarte.



A propósito de La Trinitaria

 

El ideal trinitario está llamado a tener hoy más vigencia que nunca

Escrito por: Diómedes Núñez Polanco

El próximo  martes, 16  de  julio,   se  cumplirán  175  años  de la  fundación de la  sociedad  secreta La  Trinitaria,  el  instrumento político  que   organizó e impulsó   la  movilización  nacional que  tuvo  como  resultado  la   proclamación  de  la   República  Dominicana,  el 27  de  febrero  de  1844. Ahora  es  más  oportuno recordar  su  aniversario y  propósitos, en ocasión  de   celebrarse  en este  2013  el   bicentenario  del  nacimiento   de  su  creador, Juan  Pablo Duarte.  Además,  un  día  como el lunes,  15 de julio, se  conmemorarán   137 años  de  su muerte  en  Caracas, Venezuela, en medio  de la pobreza y el olvido.

Asimismo,  el  ideal  trinitario está  llamado a  tener  hoy  más  vigencia que  nunca. La globalización  de los mercados y  de tantos  aspectos de la  vida  social, así como el   relativismo y  la  banalización  que  caracterizan, en gran  medida,  el   tiempo  presente, llaman  a  los  pueblos, a las  sociedades,   a la  inevitable  navegación   universal, pero  siempre  conectados a  sus  propias  raíces. El  pensamiento  de  los Padres  Fundadores y de   los   procesos de  cada nación, no  deben  perderse  de vista: son el fuego que  mantiene  encendida la  caldera  de las  transformaciones  y los cambios  verdaderos. 

En  el  caso  dominicano, La  Trinitaria  y  sus  hombres, y   todos  los que,   siguiendo  su ejemplo, han  dirigido y  participado en las  gestas  fundamentales  de  nuestro  pueblo, señalan  el  camino, la  ruta  necesaria.  Ahí quedó  fecundado  el  gran ideal en las  entrañas de la  conciencia  nacional,  que ellos  representaban. Justamente a las  11 de la  mañana, en la casa de Josefa Antonia Pérez  de  la Paz (Chepita), madre del  trinitario  Juan  Isidro Pérez.

 No  importa  que de esa  reunión no quedara   constancia   escrita, al  no   levantarse acta ni   escribirse la  relatoría del   acontecimiento. Como  tampoco  las hubo   de la  ceremonia   vudú con   que los  esclavos del  Santo Domingo  francés (Haití)   iniciaron, un día de  1791,  la  rebelión por su emancipación  contra sus amos  franceses. Los  trinitarios escribieron con su  sangre la  relatoría de aquel momento; los  haitianos sellaron  con su vida la  búsqueda  de la  libertad. Cuenta el historiador  Carlos  Larrazábal  Blanco, el encargado de  cotejar los documentos del Archivo  de  Duarte,  que encontró gran  vacío en lo relacionado con La Trinitaria: “…nada  existe respecto de esta  época trascendente”. (Orlando  Inoa, Biografía de   Juan  Pablo  Duarte, Editorial  Letra Gráfica, Santo  Domingo,   2008, p. 30 ). Cuenta el  trinitario  José  María   Serra en sus  Apuntes, que  Duarte  fue  nombrado Director  General de la   Revolución que se proponían  realizar, además  de  otorgársele  el rango  de  General en   Jefe  de los  Ejércitos de la  República;  en  función,  naturalmente, del logro  de los  proyectos  en  marcha.  Usó el seudónimo  de  Arístides y  el  azul  como  divisa.  También a Pedro  Alejandrino  Pina  y  Juan  Isidro Pérez se  les dieron  rangos  militares. Los  patricios  Francisco  del  Rosario  Sánchez  y  Ramón  Matías  Mella no figuran entre los  fundadores de La  Trinitaria; posteriormente  fueron designados   Coroneles.

“La Trinitaria –refiere Orlando Inoa- fue fundada siguiendo muchos de los ritos  masones que les eran conocidos a Duarte, entre ellos los toques de comunicación con mensajes cifrados (Juan Pablo Duarte fue masón). Otros tres miembros fundadores de La Trinitaria: Félix María Ruiz, Felipe Alfau y Juan Nepomuceno Ravelo también pertenecieron a la masonería”. (Inoa: Ibid., pp. 32-33).

Sobre  la  organización   de  La  Trinitaria,  el  historiador  Leónidas  García explicó:

“Para ponerlo  todo en  armonía con el  simbolismo del  dogma religioso que la cobija,  a la  Sociedad se le dio el nombre   de  La  Trinitaria y  sus  miembros  fundadores, que  eran  nueve por  ser  este  guarismo múltiple  de  tres, se dividían  al propio tiempo  en  una   base triple de tres miembros cada  una.  Los  socios  fundadores estaban obligados  a  iniciar en la labor  libertadora a dos  parientes   o amigos, los cuales  venían a formar con él una nueva “triada”  revolucionaria,  operación que  sucesivamente   estaban obligados a repetir  los  afiliados.  Y el lema  de  la  santa  cruzada, como hemos   visto, era  asimismo  uno y  trino. Estas  ideas teológicas tenían   en Duarte  una raíz  profunda”. (Vetilio Alfau Durán, Los  fundadores de   La  Trinitaria,  (Publicación de Instituto  Duartiano –Vol. VIII-), Santo Domingo, 1972, pp. 5-6; citado de  Influencia  de la  Iglesia Católica en la formación de  la Nacionalidad y  en  la  creación  de la   República Dominicana, Santo   Domingo, Imp. De  J.  R. Vda.  García Sucs.  1933, pág. 17.).

 

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