Este artículo salió en Hoy Digital, el próximo lunes se conmemoran 137 aniversarios
del fallecimiento de Duarte.
A propósito de La
Trinitaria
El ideal trinitario está llamado a tener hoy más vigencia que nunca
Escrito por: Diómedes Núñez Polanco
El próximo martes, 16 de julio, se
cumplirán 175 años de la fundación de la
sociedad secreta La Trinitaria, el instrumento
político que organizó e impulsó la
movilización nacional que tuvo como resultado
la proclamación de la República
Dominicana, el 27 de febrero de 1844. Ahora
es más oportuno recordar su aniversario y
propósitos, en ocasión de celebrarse en este 2013
el bicentenario del nacimiento de
su creador, Juan Pablo Duarte. Además, un día
como el lunes, 15 de julio, se conmemorarán 137
años de su muerte en Caracas, Venezuela, en medio
de la pobreza y el olvido.
Asimismo, el ideal trinitario está llamado
a tener hoy más vigencia que nunca. La
globalización de los mercados y de tantos aspectos de
la vida social, así como el relativismo y
la banalización que caracterizan, en gran medida,
el tiempo presente, llaman a los pueblos, a
las sociedades, a la inevitable
navegación universal, pero siempre conectados a
sus propias raíces. El pensamiento de los
Padres Fundadores y de los procesos de cada
nación, no deben perderse de vista: son el fuego que
mantiene encendida la caldera de las
transformaciones y los cambios verdaderos.
En el caso dominicano, La Trinitaria
y sus hombres, y todos los que,
siguiendo su ejemplo, han dirigido y participado en las
gestas fundamentales de nuestro pueblo, señalan
el camino, la ruta necesaria. Ahí quedó
fecundado el gran ideal en las entrañas de la
conciencia nacional, que ellos representaban. Justamente a
las 11 de la mañana, en la casa de Josefa Antonia Pérez
de la Paz (Chepita), madre del trinitario Juan Isidro
Pérez.
No importa que de esa reunión no quedara
constancia escrita, al no levantarse acta
ni escribirse la relatoría del acontecimiento.
Como tampoco las hubo de la ceremonia
vudú con que los esclavos del Santo Domingo
francés (Haití) iniciaron, un día de 1791, la rebelión
por su emancipación contra sus amos franceses. Los
trinitarios escribieron con su sangre la relatoría de aquel
momento; los haitianos sellaron con su vida la búsqueda
de la libertad. Cuenta el historiador Carlos Larrazábal
Blanco, el encargado de cotejar los documentos del Archivo de
Duarte, que encontró gran vacío en lo relacionado con La
Trinitaria: “…nada existe respecto de esta época trascendente”.
(Orlando Inoa, Biografía de Juan Pablo Duarte,
Editorial Letra Gráfica, Santo Domingo, 2008, p. 30 ).
Cuenta el trinitario José María Serra en
sus Apuntes, que Duarte fue nombrado Director
General de la Revolución que se proponían realizar,
además de otorgársele el rango de General
en Jefe de los Ejércitos de la República;
en función, naturalmente, del logro de los
proyectos en marcha. Usó el seudónimo de
Arístides y el azul como divisa. También a Pedro
Alejandrino Pina y Juan Isidro Pérez se les
dieron rangos militares. Los patricios Francisco
del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella no
figuran entre los fundadores de La Trinitaria; posteriormente
fueron designados Coroneles.
“La Trinitaria –refiere Orlando Inoa- fue fundada siguiendo muchos de
los ritos masones que les eran conocidos a Duarte, entre ellos los toques
de comunicación con mensajes cifrados (Juan Pablo Duarte fue masón). Otros tres
miembros fundadores de La Trinitaria: Félix María Ruiz, Felipe Alfau y Juan
Nepomuceno Ravelo también pertenecieron a la masonería”. (Inoa: Ibid., pp.
32-33).
Sobre la organización de La
Trinitaria, el historiador Leónidas García explicó:
“Para ponerlo todo en armonía con el simbolismo
del dogma religioso que la cobija, a la Sociedad se le dio el
nombre de La Trinitaria y sus
miembros fundadores, que eran nueve por ser
este guarismo múltiple de tres, se dividían al propio
tiempo en una base triple de tres miembros cada
una. Los socios fundadores estaban obligados a
iniciar en la labor libertadora a dos parientes o
amigos, los cuales venían a formar con él una nueva “triada”
revolucionaria, operación que sucesivamente estaban
obligados a repetir los afiliados. Y el lema de
la santa cruzada, como hemos visto, era asimismo
uno y trino. Estas ideas teológicas tenían en
Duarte una raíz profunda”. (Vetilio Alfau Durán, Los
fundadores de La Trinitaria, (Publicación de
Instituto Duartiano –Vol. VIII-), Santo Domingo, 1972, pp. 5-6; citado
de Influencia de la Iglesia Católica en la formación de
la Nacionalidad y en la creación de la
República Dominicana, Santo Domingo, Imp. De J. R.
Vda. García Sucs. 1933, pág. 17.).
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